domingo, 18 de octubre de 2015

La Lealtad














La lealtad significa fidelidad pero también franqueza, honradez, sinceridad y rectitud. No somos leales si engañamos, si no decimos la verdad o si decimos sólo medias verdades. Tampoco los somos si nos limitamos a decir lo que agrada a los demás, lo que que estos desean oír, o si escondemos situaciones y hechos por cualquier motivación que tengamos. 

     La lealtad es sinónimo de integridad, la palabra íntegro significa "completo, que no le hace falta nada" y ese es el primer elemento de la lealtad. Este valor no se mide solo por la fidelidad a los demás sino principalmente por ser leal a uno mismo, es decir a no traicionar nuestros principios y valores. Si una persona no es leal consigo mismo no lo será con los demás. 


     Leal viene de la palabra latina <legalis>, o sea, "lo que es conforme a la ley". La persona leal es la persona "de ley", alguien que asume el deber de cumplir lo prometido y mantener las "reglas de juego" que libremente ha querido asumir. Lealtad es fidelidad al compromiso de defender lo que creemos y a quienes creemos, en los buenos y en los malos momentos. 


     Las personas leales cumplen sus promesas, respetan su palabra y cumplen sus compromisos aunque las circunstancias y los intereses cambien. Dan el máximo valor a la confianza que los demás depositan en ellas: actúan de la forma que se espera de ellas a pesar de que les resulte difícil. Cuando se comprometen a algo están dispuestas a darlo todo sin fijarse en su propio provecho y a tener una actitud valiente y creativa para llevar a cabo la misión que les pidieron y a la que se comprometieron. La lealtad, por otra parte, no se paga, se corresponde. De esta forma, contiene y lleva al máximo los valores más importantes de la convivencia y es una expresión de amor. 

     Al practicarla no sólo beneficiamos a los demás: también le vamos dando forma a nuestra vida y poco a poco nos convertimos en hombres y mujeres leales.

     Las mejores pruebas de lealtad pueden darse en las situaciones de todos los días, aquí te damos algunos consejos prácticos:

  • Trata de cuidar y conservar a tus amigos más cercanos para toda la vida. 
  • Si un amigo te cuenta un secreto, guárdalo bien para ti.
  • Si en tu casa hay problemas, no tomes partido: la lealtad es con toda tu familia.
  • Evita los chismes y las críticas negativas a los demás.
  • Si no te gusta algún detalle de alguien, acércate a esa persona y díselo.
  • Habla siempre con la verdad. Nunca mientas. Así serás leal contigo mismo.
  • Esfuérzate en hacer las tareas o favores a los que te comprometas.
  • No seas "convenenciero", no cambies de opinión según te convenga.
     Se leal a ti mismo y así, de la manera como la noche sigue al día, serás consecuente con tus semejantes. La lealtad demanda un acto de sinceridad para no ser demasiado severo o demasiado condescendiente con nosotros mismos. Ser nuestro propio juez es un paso decisivo en nuestra formación como individuos y, por otra parte, nos permitirá establecer las bases para nuestra relación con los demás. No podemos pedirle a alguien algo que nosotros no estemos dispuestos a hacer. Quien se ejercita en ese acto de integridad que es ser leal con uno mismo alcanza un grado de madurez que le permite aspirar a la búsqueda del bien.

     Mario Benedetti fue un extraordinario escritor uruguayo, recientemente fallecido, autor de obras que han sido traducidas a varios idiomas. Escribió el poema que incluimos a continuación y que trata sobre la lealtad a uno mismo, se titula "No te salves".

No te salves, no te quedes inmóvil... al borde del camino; no congeles el júbilo, no quieras con desgana. No te salves ahora, ni nunca, no te salves, no te llenes de calma. No reserves del mundo sólo un rincón tranquilo, no dejes caer los párpados pesados como juicios. No te quedes sin labios, no te duermas sin sueño, no te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo. 
Mario Benedetti


     La lealtad tiene una de sus mejores expresiones en la amistad. Hellen Keller dijo alguna vez: "caminar con un amigo en la oscuridad, es mejor que caminar solo bajo la luz".

     En cierto debate filosófico entre Aristòteles y su maestro Platòn, alguien acusó al primero de ser desleal con su maestro. Aristòteles contestó con firmeza: "amo mucho a mi maestro, pero amo aún más a la verdad". Le fue más leal a la verdad que a la enseñanza de su amigo y maestro. Esa es grandeza de espíritu que no debemos perder de vista. El tiempo le dio la razón a Aristòteles, quien se mantuvo firme porque estaba convencido de la verdad. A esa firmeza se le llama principio ético o valor moral.

     Un ejemplo claro de la lealtad, esta reflejada en la película "Siempre a tu lado, Hachiko"; decían que los perros son los seres más leales, he aquí la prueba:


     
     Te comparto las siguientes frases, razonalas:
     *  "Hoy por ti, mañana por mi"
     *  "Una prueba de lealtad es también una muestra de amor y amistad"



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sábado, 17 de octubre de 2015

La Modestia

Los valores morales o principios éticos son vistos en la sociedad actual como anticuados, pasados de moda y, en cierto sentido, invisibles, inútiles, al grado de ridiculizarlos. Entre los valores olvidados o puestos a un lado está el de la modestia que significa despojarnos del orgullo, la vanidad, y el egoísmo para tener una vida sencilla valorada por sus méritos y no por sólo la apariencia. La modestia es un valor muy importante que solo puede ser ejercido por quienes verdaderamente han alcanzado grandes logros. Las personas verdaderamente grandes son siempre modestas.

La persona sencilla no exalta ni menosprecia, aprecia a las personas por lo que son, lo cual permite un diálogo amable y una amistad sincera.
     También podemos hablar de modestia cuando hacemos algo, un buen gesto o un detalle que es valioso para una persona y no nos llevamos el crédito o no aceptamos los agradecimientos. Cuando practicamos la modestia puede parecer que estamos desvalorizando nuestras cualidades y alcances, pero se puede ser modesto sin desvalorizarnos o quitarnos mérito. Hay una frase que ejemplifica este concepto "que te alabe el extraño y no tu boca".
Cuando alguien hace algo realmente extraordinario no será necesario presumirlo, será tan notorio que serán los demás quienes valorarán nuestro trabajo.

Modestia también es ayudar

     La modestia no sólo tiene que ver en cómo te vistas sino especialmente en tu comportamiento. La gente presuntuosa siempre busca tener una excusa para tratar de sobresalir de los demás aunque no tenga verdaderos méritos. Se dice "dime de qué presumes y te diré adoleces" . El orgullo nos hace muchas veces ostentar logros que no hemos conquistado. La mayoría de la gente presumida miente sobre si misma porque busca que la gente los mire. Por el contrario, una persona modesta es alguien seguro de sí mismo y conoce su valor real como persona y no tiene la necesidad de inventar o fingir sobre quién es y lo que quiere alcanzar. 

    Hay una máxima respecto al dominio propio, se dice que "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente". Pocas personas han podido enfrentar el éxito, la fama o el dinero sin "perder el piso". Valores como la modestia nos permite tener las cosas en su verdadera perspectiva y nos ayuda a ser congruentes de lo que hemos logrado en base al trabajo duro sin caer en errores de apreciación. 


"No, todavía no soy uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol", con esta frase llena de modestia se ha definido Lionel Messi, jugador del Barcelona, ganador del balón de oro, trofeo que se entrega al mejor jugador de Europa, y el futbolista mejor pagado del planeta. 




¡SEÑORITAS: LA MODESTIA ES SEXY!

Si crees que la modestia es cosa de monjas checa este vídeo.  ;)

La Disciplina

La disciplina se entiende como la instrucción que una persona recibe para capacitarse en una determinada forma de vida, por ejemplo, en la disciplina militar. Sin embargo la disciplina es sumamente importante en diferentes áreas de nuestra vida, especialmente en lo moral, pues nos permite cumplir con aquellos principios que deben regir nuestro comportamiento y nuestras relaciones con los demás.

     Aunque la disciplina es una herramienta que podemos aplicar en casi todas las áreas de nuestra vida, es cuando lo usamos en nuestra forma de conducta cuando la disciplina nos ayuda, ya que nos permite una actitud correcta en todas las circunstancias.

     Un ejemplo importante es el ejercicio de la disciplina aplicada a nuestras responsabilidades escolares. Cada vez que acabamos el tiempo de vacaciones a muchos les cuesta trabajo reintegrarse al estudio, al cumplimiento de tareas y aplicarnos al trabajo escolar pero ejercer disciplina sobre esto sin duda nos traerá extraordinarios resultados, ahora mismo, y en el futuro.

     Una persona indisciplinada pierde el sentido del orden y la continuidad; por medio de la reflexión y el análisis de nuestras vidas, podemos asumir o no que se es indisciplinado. La disciplina requiere de esfuerzo y constancia; depende mucho de nuestra firmeza de carácter para tomar la decisión de hacerlo y no permitir que las circunstancias nos frenen, por el contrario, cuando una persona logra superar las dificultades que se van presentando en la vida sin perder sus objetivos, es una persona disciplinada; este valor moral nos permitirá ser más productivos y alcanzar las metas personales que nos fijemos. 

     Se debe comenzar por imponer algunas reglas que se están dispuestas a cumplir, cuando esto se logre, uno se dará cuenta que realmente no es tan complicado y se estará preparándose para ser una persona disciplinada.

     El orden y la disciplina contribuyen al buen funcionamiento de todo, funcionan hacia adentro cuando te entrenas para el auto-control y sabes manejar tus deseos, carácter, emociones y actitudes con las que se responde a lo que ocurre. No toda la disciplina es obediencia a los demás, también es un compromiso que uno mismo se impone. Aveces somos, nuestra propia guía.

     Te comparto las siguientes frases, razonalas:
     *  "Lo realmente importante requiere de esfuerzo constante y trabajo disciplinado, es lo mejor, ya que produce resultados en el corto, mediano y largo plazo, es decir, siempre"
     *  "No se dejen arrebatar sus sueños peleen por ellos pero háganlo con firmeza, trabajen con esfuerzo y, si quieren de verdad lograr algo en la vida, sean disciplinados" 


     



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viernes, 16 de octubre de 2015

¿Qué son los valores?


No se puede hablar de un valor moral en específico, sin antes haber generalizado qué son los valores; estos se derivan de una rama de la filosofía que es la ética.

     Los valores son las cualidades que hacen que una realidad sea estimable o no. Estos valores pueden ser negativos o positivos, y calificarse como inferiores o superiores de acuerdo a su jerarquía.

     El concepto de valores humanos, en este sentido, alude a aquellas ideas que comparten la mayoría de las culturas respecto a lo que se considera correcto. Estos valores son los que enaltecen al ser humano: es decir, que colocan a la especie en un plano de superioridad gracias a la moral.

     Los valores son universales porque todos los seres humanos los persiguen y los aceptan, también son relativos porque cada individuo puede darle un significado basándose en su moral y concepto entre el bien y el mal; un valor humano, por lo tanto es un hábito bueno, es decir, una virtud, por el contrario un hábito malo es considerado un vicio.

     Los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa.





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